Valores y Virtudes: diferencias

Todos los actos que permiten la sana convivencia entre los seres humanos, así como aquellos que favorecen las relaciones humanas pueden ser considerados valores, virtudes o principios.

Todos son cualidades propias de las personas que guían y orientan su accionar diario,  de modo que las personas puedan establecer relaciones sanas,  sin perjuicios de ninguna índole.

En este orden de ideas, no es lo mismo hablar de valores y virtudes y aunque son conceptos similares, sus aplicaciones son distintas.  Por tanto, en el presente artículo se presentan ambas definiciones con sus características y aplicaciones, de modo que se pueda establecer claramente las diferencias que existen entre cada uno de ellos.

Valores

Los valores se pueden definir como bienes que el conocimiento humano posee, acepta y vive. También, son criterios o normas que guían la actuación del individuo en el ámbito personal, familiar, laboral y social.

Los valores están orientados al crecimiento personal mediante el convencimiento intelectual, lo que quiere decir que, la persona acepta sus valores como normas de vida y actúa en función de ellos.

Por otro lado, los valores pueden ser positivos o negativos:

  • Los valores positivos son aquellos socialmente aceptados y que resultan de lo que se considera bueno o positivo. Ademas, los valores positivos regulan en gran medida la convivencia y el bienestar de las personas desde el punto de vista social.
  • En contraste, los valores negativos, también llamados antivalores, son aquellos que la sociedad considera negativos, ya que, atacan el bienestar personal, familiar, social o que pueden afectar de forma negativa a terceros.

Los valores son subjetivos y personales, ya que, lo que representa un valor para un individuo, puede no serlo para otra persona

Todos los seres humanos poseen valores, ya que, éstos son el conjunto de creencias, criterios y normas que orientan la conducta de la persona.

No obstante, los valores pueden o no ser practicados, debido a que, son cualidades que posee la persona pero no necesariamente se pueden manifestar en la conducta.

La práctica permanente de los valores se transforma en virtudes

Porque los mismos se afianzan en la conciencia de la persona.

Virtudes

Podemos decir que las virtudes son el conjunto de hábitos que determinan el comportamiento de una persona. Son el afianzamiento y arraigo de los valores (conjunto de creencias que orientan la conducta) los cuales necesariamente son manifestados a través de las acciones de la persona.

Las virtudes son la repetición habitual de un conjunto de acciones positivas, las cuales se aprenden y manifiestan de forma voluntaria e involuntaria y permite a la persona hacer el bien para sí y para otros, y dar lo mejor de sí en cada actividad o tarea que realice.

Las virtudes atienden a la necesidad del hombre de alcanzar la perfección y la excelencia

  • Se puede decir que las virtudes son cualidades innatas que se desarrollan durante la vida de la persona.
  • La práctica permanente de las virtudes transforma al individuo en una persona íntegra, ya que, éstas se arraigan y forman parte de la personalidad del individuo.
  • Una de las características principales de las virtudes es la intencionalidad, porque la persona debe estar dispuesta a actuar de acuerdo a sus virtudes.

Tomando en cuenta lo anteriormente descrito, se puede decir que las principales diferencias entre valores y virtudes son:

  • Los valores son criterios que orientan la conducta humana mientras las virtudes son hábitos de comportamiento humano.
  • Los valores son adquiridos durante la vida mientras que las virtudes son innatas y se desarrollan y afianzan durante la vida.
  • Los valores pueden o no manifestarse mientras que las virtudes necesariamente se manifiestan en el accionar de la persona.

Las Siete virtudes

El catequismo de la iglesia católica define virtud como: Una firme y habitual disposición para hacer el bien.

Tradicionalmente las siete virtudes celestiales combinan las cuatro virtudes clásicas de prudencia, justicia, templanza y coraje (o fortaleza) con las otras tres virtudes teológicas de fe, esperanza y caridad.

Cada una de las siete virtudes opuestas serviría para que el cristiano sepa cómo afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales, puesto que se contraponen a ellos y, por ello, sirven como modo de salvar el alma.A saber:

  1. Humildad: contra el pecado de soberbia.
  2. Generosidad: contra el pecado de avaricia.
  3. Castidad: contra el pecado de lujuria.
  4. Paciencia: contra el pecado de ira.
  5. Templanza o temperancia: contra el pecado de gula.
  6. Caridad: contra el pecado de envidia.
  7. Diligencia: contra el pecado de pereza.

Además de éstas, se hacen llamar las tres virtudes teologales y las cuatro virtudes cardinales.

10 valores importantes en la sociedad y sus significados:

Existen cientos de valores morales que guían a los seres humanos – y, a menudo, podemos comprender algunos de ellos como prolongaciones de otros, tales como la crítica constructiva de la empatía o de la sensibilidad- por ello, si bien resulta imposible establecer una lista jerárquica de todos ellos por su importancia.

Sí podemos hablar de aquellos valores humanos a los que otorgamos más importancia como sociedad. 

  1. Respeto: El respeto es la capacidad de reconocer, apreciar y valorar a los otros teniendo en cuenta que todos somos válidos. El respeto es un valor que requiere de reciprocidad, lo que implica derechos y deberes para ambas partes. El respeto requiere aprender a escuchar a los otros cuidando todas las formas de vida diferentes. Es un valor importante para la sociedad, ya que genera apoyo y solidaridad en el grupo social.
  2. Amor: El amor es uno de los valores fundamentales de la sociedad porque nos empuja a velar por la felicidad del otro. Las relaciones sociales se basan en los fundamentos de afectividad en las relaciones interpersonales que se mantienen en forma de amistad. El amor es un valor que induce el bienestar en los otros, ya que nos esforzamos por agradar y querer a todos los individuos que componen nuestra sociedad.
  3. Libertad: La libertad es un valor que nos ayuda a realizarnos como personas. La libertad individual se enmarca dentro de lo social. Esta dinámica está íntimamente relacionada con el respeto y la responsabilidad. Si una sociedad no tiene la libertad como uno de los valores más importantes, esta se torna represiva y dictatorial limitando la realización personal y social.
  4. Justicia: La justicia es un valor importante porque busca el equilibrio entre el propio bien y el de la sociedad. La justicia da a cada ciudadano lo que le corresponde para suplir sus necesidades básicas para que pueda aportar a la sociedad. La justicia implica conjugar la libertad individual, la igualdad y la interdependencia de cada miembro de una comunidad.
  5. Tolerancia: La tolerancia es el valor que concede dignidad, libertad y diversidad en una sociedad, asumiendo que todos somos diferentes. La tolerancia significa que abrazamos opiniones, estilos de vida y creencias diferentes a las nuestras para relacionarnos como seres humanos.
  6. Equidad: La equidad es tratar a todos por igual, independiente de su clase social, raza, sexo o religión. La equidad es un valor fundamental para reforzar el respeto a las características particulares de cada individuo y dar un sentido más profundo a la justicia como derecho fundamental.
  7. Paz: La paz es un valor que busca formas superiores de convivencia. Es un ideal que evita la hostilidad y la violencia que generan conflictos innecesarios. La paz es la base para la armonía consigo mismo y con los demás para tener una vida serena y tranquila agradeciendo la existencia.
  8. Honestidad: La honestidad es un valor social que genera acciones de beneficio común y se refleja en la congruencia entre lo que se piensa y lo que se hace. La honestidad propicia un ambiente de confianza si existe la sinceridad para uno y para los demás. La seguridad y credibilidad que la honestidad genera ayuda a la construcción de una sociedad que valora la verdad, sin engaños ni trampa
  9. Responsabilidad: La responsabilidad significa asumir las consecuencias de nuestros actos y cumplir con nuestros compromisos y obligaciones ante los demás.La responsabilidad como valor nos hace conscientes sobre las implicaciones, los alcances y los aspectos críticos que conllevan nuestras acciones y decisiones tornando al ciudadano más maduro y más ético.
  10. Lealtad: La lealtad es un valor que se relaciona con la formación de carácter. La lealtad es la fidelidad que se tiene en las acciones y comportamientos individuales y sociales para ser dueños de la propia voluntad. La lealtad impulsa a la consecución de objetivos que caracteriza a un emprendedor, por ejemplo. Una persona leal conserva las amistades y relaciones por los valores que transmite sin conformarse con los placeres pasajeros.

 

Fuentes varias