El Refugio, hoy la historia de Alessia y Filippo
El día 19 de abril hacíamos un llamamiento para encontrar a la familia que quisiese adoptar a Alessia y Filippo. Se habían visto obligados a separarse de su compañera humana, afectada por una grave enfermedad mental.
Siempre que acogemos a pequeños que han convivido juntos, hacemos todo lo que está en nuestras manos para que continúen juntos una vez adoptados.
En este caso, había más motivos aún, puesto que Alessia es muy dependiente de Filippo; es su referencia, siempre junto a él, y cuando los separas, la ansiedad le provoca sufrimiento. Siendo los dos de buen carácter, muy jóvenes y de tamaño pequeño/mediano, emprendimos la búsqueda con la creencia de que su adopción conjunta no tardaría en producirse.
Pasó una semana, pasaron dos. Pasaron cuatro y pasaron seis.
Hasta que tras once semanas en las que multitud de personas se interesaron por adoptar solo a Filippo, tuvimos que parar unos instantes a reflexionar sobre la situación. Hay que considerar que para las personas que nos dedicamos a rescatar a pequeños abandonados para conseguir que sean adoptados, es mentalmente muy complicado decirle a alguien que quiere adoptar a un pequeño, que no se lo puedes dar.
Por muy convencido que estés de que estás haciendo lo correcto (que es quitarle a ese peque una posibilidad de ser adoptado para intentar darle la de ser adoptado junto a su hermana), siempre te asalta la inquietud de pensar: “¿Y si realmente el destino de este chiquitajo era irse con esta familia…? ¿Y si resulta que sigue pasando tiempo y se quedan los dos sin adopción…? Es en ese momento cuando se convoca un pequeño cónclave para revisar la situación del caso, y tomar una decisión al respecto.
Quizás había llegado el momento de abrir la posibilidad de que fuesen adoptados por separado, pero imaginar a Alessia sin su pequeño compañero, nos hacía sentir que su vida se convertiría en un pozo de tristeza y ansiedad.
Siendo sinceros, creo que no hubo ni quince segundos de duda. ¡¡No íbamos a permitir que se separasen!! Esperaríamos lo que hiciese falta. Además, alguien del equipo dijo: “¡No os preocupéis, aguantad! Sé que ahí fuera está la familia que los va a adoptar a los dos, y sé que va a aparecer muy pronto por esa puerta para llevarlos al que será su hogar feliz. ¡Estad tranquilos!”.
Estas palabras resonaron en nuestras mentes como los goterones de un aguacero de verano al golpear sobre los tejados ardientes. Aquella frase cayó sobre nosotros como una sentencia balsámica que arrebató su silla a la inquietud, para dársela a la mayor de las bondades. Tan solo tres días después, apareció en nuestras vidas Arantxa, madre de Maite, y abuela de Nahia. Tres generaciones y un solo ADN, en el que amor, paz, alegría, sensatez, honestidad, y carácter, se entrelazan en milimétrica armonía dando pie a poder contemplar una estampa tan hermosa como la que ahora tenéis delante. ¡Un instante de amor pleno!
Siempre que alguien quiere adoptar a un pequeño, iniciamos con la mayor naturalidad una conversación que nos ayude a perfilar si la persona y su tipo de vida, nos parecen óptimas para ofrecer al peque una vida sana, segura, y feliz.
En cuanto Arantxa recibió nuestra tercera pregunta consecutiva, sonrió socarrona, nos miró a los ojos, y sin dejar de acariciar a Alessia un solo instante, dijo: “Si lo que necesitáis saber es si van a estar bien, ¡podéis quedar tranquilos, que lo van a estar! Nosotros hemos vivido con perrillos toda la vida. En casa somos de los que nos sentamos en el apoyabrazos para que ellos se tumben en el sofá, o sea que ¡¡imagínate…!! La última parte de la frase vino envuelta en una gloriosa carcajada que bien podría haber salido de la garganta de la propia Ainhoa Arteta. Como podréis imaginar, ya no hubo más preguntas. Tan solo el placer de disfrutar en silencio, contemplando cómo son los primeros instantes de la vida de esos dos peques con su nueva familia: ¡¡un momento muy emocionante!!
Ponemos pues punto final a la historia de Alessia y Filippo con todo nuestro agradecimiento a las personas que nos apoyáis, y ayudáis a que estos episodios puedan ser finalmente escritos. Tenemos el corazón contento, y la sensación de que, a veces, cuando luchas por lograr los objetivos en los que crees, la vida se te acerca, te pide que cierres los ojos, y te da un tierno y dulce besito en la frente.
Enhorabuena Alessia y Filippo, sed muy felices. Ha sido una maravilla compartir camino con vosotros y poder ayudaros a encontrar vuestro lugar en el mundo. ¡Os querremos siempre!
¡¡Abrazos para todos, salud, y muuucha Vida!!
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