¿La dieta cetogénica es para ti? Opinión de un experto de la Clínica Mayo
La dieta cetogénica consiste en consumir los alimentos adecuados en las proporciones correctas. Cuando lo hagas bien, el cuerpo empezará a quemar la grasa almacenada.
La dieta cetogénica es noticia porque famosos como Kim Kardashian West y LeBron James la han difundido como una dieta exitosa para perder peso. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Tiene respaldo científico?
La dieta cetogénica hace hincapié en los alimentos ricos en grasas y restringe drásticamente los carbohidratos
De hecho, entre el 60 y el 80 % de las calorías deben provenir de la grasa, según Jason Ewoldt, RDN, LD, dietista de bienestar del Programa para Vida Sana de Mayo Clinic. Observa que una verdadera dieta cetogénica también incluye solo cantidades moderadas de proteínas y menos de 50 gramos de carbohidratos al día.
Curiosamente, esta dieta existe desde hace mucho tiempo. Ewoldt comenta que los médicos comenzaron a indicarla en la década de 1920 para tratar a los niños con epilepsia, y todavía se usa a veces para eso. Sin embargo, en la actualidad, está adquiriendo relevancia para la pérdida de peso o lograr resistencia extrema en deportes como el maratón y el triatlón.
¿Cómo funciona la dieta cetogénica?
Como explica Ewoldt, la dieta típica de los estadounidenses consiste en un 50 % o más de carbohidratos, que se convierten en glucosa en el cuerpo. Tus células queman esa glucosa como combustible. Pero cuando se cambia a una dieta muy alta en grasas y baja en carbohidratos, el cuerpo, por necesidad, se aleja de la glucosa y en su lugar utiliza los ácidos grasos y los cuerpos cetónicos como energía. Este proceso se llama cetosis, de ahí el nombre de la dieta.
¿Qué alimentos puedes comer?
Ewoldt dice que:
- las nueces,
- las semillas,
- el queso y otros productos lácteos altos en grasas,
- el yogur griego natural,
- las verduras sin almidón y fibrosas,
- los aceites, junto con cantidades más pequeñas de carnes, huevos y pescado, son los pilares de la dieta cetogénica.
Deberás limitar drásticamente:
- los carbohidratos, incluidos el pan y los productos horneados,
- los dulces,
- los fideos,
- los cereales de desayuno,
- las verduras con almidón como las papas, las batatas, el maíz y los guisantes, los frijoles, la fruta y la cerveza.
¿Tienes sed?
Busca una botella de agua o disfruta de un poco de agua con gas. El café y el té sin azúcar también están permitidos. Reduce al mínimo el consumo de alcohol; si bebes, elige opciones bajas en carbohidratos (vodka, tequila) y agua con gas para mezclar.
¿Funciona realmente para la pérdida de peso?
Sí, pero la respuesta viene con un calificativo. La dieta tarda de dos a tres semanas en empezar a quemar grasa (cetosis) en el cuerpo. Por lo tanto, no esperes resultados instantáneos. Algunos estudios han demostrado que las dietas cetogénicas bajas o muy bajas en carbohidratos ayudan a bajar de peso. Sin embargo, a largo plazo, hay poca diferencia entre una dieta cetogénica y una dieta con mayores niveles de carbohidratos.
Ewoldt añade una nota de advertencia: «Esta es una dieta muy restrictiva que es difícil de seguir. La persona promedio no la va a seguir cumpliendo a largo plazo. Además, debido a que el contenido de grasas saturadas es alto, junto con cantidades limitadas de frutas, verduras y cereales integrales, no es óptima para la salud».
¿Por qué algunos deportistas siguen una dieta cetogénica?
Ewoldt lo explica así: «Si un deportista entrenado sigue una alimentación equilibrada que incluye carbohidratos, puede almacenar unas 2500 calorías de glucosa, la fuente de energía preferida. Pero este mismo deportista tiene alrededor de 40 000 calorías de grasa disponibles».
La idea es que, al cambiar a una dieta alta en grasas, el cuerpo se adaptará y, en vez de usar los carbohidratos como energía, usará la grasa. Debido a que hay mucha más grasa, en teoría, los deportistas como los corredores de maratón o triatlón tendrían una mayor resistencia. Sin embargo, estos necesitan determinado nivel de carbohidratos para usarlos junto con la grasa para obtener energía. Ewoldt añade que el proceso de adaptación para que el cuerpo comience a quemar grasas en lugar de glucosa puede tomar varias semanas o meses.
Fuente: https://www.mayoclinic.org/