¿Por qué seguimos sin tener claro qué es una dieta sostenible?

La necesidad de dirigirnos hacia unas dietas y sistemas alimentarios más sostenibles es indiscutible. No obstante, no es una tarea fácil. Hace falta una visión holística para considerar todos los factores implicados.

Definir qué es una dieta sostenible

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la sostenibilidad de las dietas va más allá del medio ambiente e incluye dimensiones socioeconómicas. Esto añade complejidad a la ecuación.

En 2019, la FAO y la OMS acuñaron el concepto de “dieta saludable sostenible” , que se definen como “patrones alimentarios que promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar de las personas; tienen una baja presión e impacto ambiental; son accesibles, asequibles, seguras y equitativas; y son culturalmente aceptables”.

No obstante, los patrones de consumo actuales están lejos de ser sostenibles, medioambientalmente hablando. Actualmente, sólo algunas directrices dietéticas tienen en cuenta la sostenibilidad medioambiental, como las de los Países Bajos, los países nórdicos, Alemania, Brasil, Suecia, Qatar y Francia.

Enfoques holísticos

Además, en muchos casos, los análisis publicados no son completos y por tanto las soluciones y conclusiones que ofrecen pueden ser engañosas.

  1. Los artículos recopilados en la literatura académica generalmente se centran en unos pocos indicadores dentro de la sostenibilidad , omitiendo uno o varios de estos componentes. Cada estudio establece sus propios criterios para definir una dieta sostenible.
  2. En la práctica, la mayoría de los trabajos se enfocan en uno o pocos aspectos ambientales, como las emisiones de gases de efecto invernadero (huella de carbono) o el uso del agua (huella hídrica), y pasan por alto los posibles desplazamientos de impactos a otros sectores o recursos.
  3. Por ejemplo, si solo se considera el indicador de huella hídrica a la hora de evaluar la sostenibilidad de los tomates consumidos en España, quizás, desde el punto de vista del agua sea más sostenible consumidos tomates producidos en invernaderos calefactados holandeses. No obstante, si se analiza en conjunto con la huella de carbono, desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero, quizás sea más sostenible consumir tomates de España.

Origen y estacionalidad de los alimentos

En segundo lugar, los estudios centrados en dietas sostenibles generalmente no consideran aspectos como el origen y la estacionalidad de los alimentos.

Agrobiodiversidad y alimentacion ecologica

Otro de los puntos débiles es que normalmente los estudios sobre dietas sostenibles tampoco incluyen indicadores de agrobiodiversidad y alimentación ecológica. La adopción de enfoques de este tipo son la base para un medio ambiente saludable.

Diferentes sistemas de produccion ganadera

Otra de las carencias es que los estudios centrados en dietas sostenibles generalmente no consideran los diferentes tipos de sistemas de producción ganadera.

Metodos de conservacion de los alimentos

Otra de las carencias de este tipo de estudios es que los métodos de conservación de los alimentos generalmente no se tienen en cuenta. El procesado y envasado de alimentos puede causar la contaminación del aire, el uso de recursos hídricos y podría ser una fuente de desechos. Por ejemplo, el impacto ambiental de los envases de un solo uso, ya sean de plástico o papel, es generalmente mayor que el de los reutilizables.

Aspectos socioeconómicos

Otro de los puntos débiles es que la mayoría de los estudios sobre dietas sostenibles se enfocan en países desarrollados. 

Hay pocas publicaciones enfocadas en los países económicamente pobres. Es un tema a analizar, ya que las circunstancias son diferentes en los países desarrollados y en desarrollo.

Todos estos aspectos no considerados en los estudios podrían ser importantes para evitar consecuencias ambientales de un cambio dietético hacia una alimentación “sostenible”. 

Se necesita un enfoque de sistemas que integre los diferentes dominios para construir sistemas alimentarios resilientes.

Es necesario un mayor desarrollo de indicadores y datos sobre todas las dimensiones de la sostenibilidad para que este concepto sea completo, útil y eficaz.

Alimentar al mundo de manera sostenible implicará dos líneas de trabajo:

  • Primero, para definir dietas sostenibles es importante utilizar un conjunto uniforme de parámetros armonizados que integren adecuadamente los aspectos económicos, sociales y ambientales. Esto evitaría que los impactos se transfieran a otros sectores o recursos.
  • En segundo lugar, lograr dietas sostenibles implica considerar enfoques culturalmente sensibles y específicos al contexto utilizando diferentes prácticas y sistemas de producción.

Autores:

·         Maite Martínez Aldaya – Investigadora en el Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Agroalimentaria (IS-FOOD) de la UPNA, Universidad Pública de Navarra

·         Paula Domínguez Lacueva – Investigadora, Instituto de Agrobiotecnología (IdAB – CSIC – Gobierno de Navarra)

 

Fuente: The Conversation