Cómo despedirse de un hogar lleno de recuerdos

Todos sabemos que lo que realmente convierte a una casa en un verdadero hogar son las personas y los recuerdos. Despedirse de tu casa actual y empezar de cero puede resultar amargo y volverse toda una montaña rusa de emociones.

por LISA SEDLMAYR

Desde que empecé mi vida de inquilina, he tenido que despedirme de apartamentos y es normal sentirse triste y echar de menos algunas cosas. Sin embargo, no fue hasta que mi madre me dijo que iban a vender nuestra casa de toda la vida cuando lo vi todo de otra manera. Pensaba que nunca llegaría el momento de decirle adiós y que algún día vería a mi familia crecer en esa misma casa. Despedirse de un lugar con tantísimos recuerdos me hizo recordar cada rasguño de las paredes, el crujido del suelo de madera y el aroma de cada habitación.

Lo que quiero transmitir con esto es que mudarse no sólo implica cambiar el lugar de residencia. También implica dejar atrás años maravillosos, especialmente si has vivido allí durante mucho tiempo. Visitas de amigos y familiares, cenas en la cocina, risas, pequeños hábitos cotidianos… Y, los niños que eran pequeños al mudarte a esa casa, ahora ya se han convertido en adolescentes.

Abandonar la rutina que tanto quieres puede convertirse en un dilema emocional. Las mudanzas siempre traerán jaleo y bullicio, pero es importante tomarse un tiempo para decir adiós a tu antigua casa y dar la bienvenida a tu nuevo hogar. Sabemos que es un proceso complicado, ¡pero tenemos algunos trucos que ayudarán a que la transición sea más llevadera!

Documenta cada espacio

¿Tienes miedo de olvidar esos preciados recuerdos? Hacer muchas fotos de la vivienda es una buena idea para combatir esa pérdida y mantener vivo cada momento. Eso sí, ¡recuerda hacerlo antes de empacar todo para tu mudanza! Si tienes hijos, haz algunas capturas de ellos en la casa: dibujando, jugando en el jardín, viendo la televisión…

Además, si este es tu caso te recomendamos tener en cuenta estos 9 consejos para ayudarles a decir adiós a su casa de toda la vida. Intenta fotografiar el lado emocional de la casa y céntrate en los detalles positivos. Por ejemplo, en la impresionante cocina o en ese ventanal con hermosas vistas al jardín. Recopila todas las fotos en un sólo álbum y escribe la dirección y el periodo en el que viviste allí en el titular. Durante la mudanza, las fotografías tanto de los aspectos buenos y malos de tu antigua casa te ayudarán a aceptar tu nuevo hogar y que despedirse sea más fácil.

Deja una señal

No, no estamos hablando de dejar basura tirada o platos sucios, sino de una marca personal. Por ejemplo, puedes escribir una carta a los nuevos inquilinos explicándoles qué es lo que más te ha gustado de vivir allí; compartir con ellos algunos trucos o «secretos» de la casa; o incluso dejar un pequeño detalle de bienvenida. O, simplemente, dejar tu nombre y fecha en un lugar desconocido (¿quizá bajo el techo de una habitación?). De esta forma sabrás que una parte de ti siempre vivirá en ese lugar que has querido tanto.

Llévate contigo una parte de tu hogar

De la misma forma que dejar una marca tuya en tu antiguo hogar, también puedes llevarte una pequeña pieza contigo. Toma como “souvenir” algo suficientemente significativo para ti que te recuerde a ese capítulo de tu vida. Sea lo que sea lo que decidas llevarte, no debe ser algo que puedas empaquetar y llevar de un lado a otro. Tiene que ser algo más representativo, mucho más especial que eso. ¿Qué te parece la flor o tu árbol favorito del jardín? Puedes volverlo a plantar en tu nueva casa y así siempre tendrás ese pedacito especial contigo. ¡Hasta que lo sustituyas por nuevos recuerdos!

Organiza una fiesta de despedida

¡Despídete a lo grande! Tu casa te ha acogido durante muchos años y se merece una buena fiesta de despedida. Incluso si ya has seguido nuestros 6 consejos para facilitar la mudanza y has empezado a empaquetar tus pertenencias, todavía puedes celebrarlo. ¡A tus huéspedes no les importarán unas cuantas cajas! Enciende un par de lámparas, pon buena música y disfruta de tu casa por última vez con tu familia y amigos. ¡Igual que hacías antes!

Despídete de corazón

El día antes de la mudanza, o incluso esa misma mañana, dedica un tiempo a decir adiós a cada pequeño espacio. Recorre tu casa de habitación en habitación. Hazlo acompañado de tus hijos o de tu pareja y pregúntales cuáles han sido sus recuerdos favoritos en cada uno de esos cuartos. Llena cada espacio con todo tipo de grandes historias y de situaciones ridículas que habéis vivido allí. ¡Todo cuenta! ¿Puedes recordar tu historia favorita en esta casa? ¡Nos encantaría escucharla!

Convierte tu nueva casa en tu hogar ideal

Por último, pero no menos importante, dale tu toque personal a tu nuevo hogar. Pinta una pared de algún color que te guste, cuelga cuadros o fotos, o cambia las sábanas por unas nuevas. También puedes plantar aquella flor que trajiste de tu última casa, ¿recuerdas? Aunque pueden pasar meses hasta que la decoración sea la ideal, algunos adornos pequeños pueden ayudar a embellecer tu casa. En el blog de Una Mamá Diseñadora, la autora propone 5 claves para convertir tu casa en un verdadero hogar.

Como último paso, ¡organiza una fiesta de inauguración! Presentar tu nuevo hogar a amigos y familiares puede ayudarte a crear una nueva conexión con tu nuevo hogar. También puedes invitar a tus nuevos vecinos para conocerlos y empezar a crear nuevos recuerdos.

 

Traducido por Raquel Herrera

Fuente: https://hunters.trovit.com/es/author/lisa/