El sueño de una vacuna universal contra el cáncer… cada vez más cerca

Los resultados de los experimentos con animales revelan un método revolucionario que estimula el sistema inmunitario para destruir incluso los tumores más resistentes

Por Nuño Domínguez

04/06/2022 – 21:08 CEST

En los últimos años, la vanguardia de la investigación del cáncer se ha centrado, no en el interior del tumor, sino en todo lo que lo rodea. Los oncólogos llaman a esto el microambiente: un mundo microscópico que aún no se comprende bien. Las células tumorales avanzan adhiriéndose a nuevos vasos sanguíneos, que alimentan su peculiar crecimiento. En muchos casos, las bacterias se acumulan alrededor del tumor y pueden ser responsables de agravar la enfermedad.

En algunos casos, también hay células del sistema inmunitario que parecen estar dormidas. En el entorno de los tumores más letales y difíciles de tratar -como los de páncreas o cerebro- hay muy pocos linfocitos T, la célula inmunitaria capaz de localizar y erradicar cualquier amenaza externa. Es como si el cáncer llevara una capa de invisibilidad. Nueve de cada diez muertes por cáncer se deben en parte a este problema:

Uno de los mayores desafíos en oncología es crear vacunas que aporten diferentes fuerzas del sistema inmunitario al campo de batalla del microambiente tumoral, independientemente del órgano afectado.

Por ello, se debe encontrar un mecanismo molecular común a todos los tumores. Lo que complica el asunto es que el cáncer ha estado evolucionando junto a nosotros durante millones de años y utiliza mecanismos biológicos muy similares a los de las células sanas.

Matarlo también puede significar matar al paciente. Esta dificultad ha significado que la mayoría de las vacunas contra el cáncer que se buscan actualmente estén personalizadas para cada paciente y su cáncer.

Esto plantea enormes desafíos económicos y técnicos: el cáncer es una de las enfermedades más prevalentes en el mundo, con unos 18 millones de nuevos casos diagnosticados cada año.

Un nuevo estudio ha revivido el sueño de una vacuna polivalente contra el cáncer 

Se trata de una nueva molécula identificada por el médico y experto en inmunoterapia Kai Wucherpfennig del Instituto del Cáncer Dana-Farber en Boston que utiliza una táctica diferente para eliminar la invisibilidad de los tumores.

El cáncer daña el ADN de las células y, en respuesta a ese daño, se producen dos proteínas llamadas MICA y MICB. En condiciones normales servirían para alertar al sistema inmunitario, pero el cáncer ha desarrollado la capacidad de cortarlos y diluirlos, haciéndolo invisible a las defensas del organismo.

El equipo de David Mooney, bioingeniero de la Universidad de Harvard, diseñó una vacuna basada en la molécula identificada por su colega de Dana-Farber que genera anticuerpos contra estas dos proteínas. Estas moléculas se unen a ellos y evitan que se corten. Eso elimina la capa de invisibilidad del tumor y trae dos tipos de células inmunitarias al sitio: células T y células asesinas naturales. Ambos son nuevamente capaces de identificar las proteínas, unirse a ellas y destruir las células tumorales donde están presentes.

Los científicos han demostrado que la vacuna es eficaz, con resultados exitosos en experimentos con ratones y también han observado que en monos se produce una respuesta inmune adecuada. Esta inmunización se mantiene incluso en casos de tumores avanzados que han hecho metástasis en animales.

“Esta vacuna podría ayudar a muchos pacientes con diferentes tipos de cáncer porque no depende de las mutaciones específicas del cáncer de cada paciente”, explica el bioingeniero Mooney.

Su equipo lleva años desarrollando vacunas basadas en estructuras microscópicas tridimensionales que, una vez inyectadas, funcionan como un cuartel general al que acuden decenas de miles de células del sistema inmunitario, capaces de generar anticuerpos contra proteínas tumorales y estimular otras eficaces, especialmente Los linfocitos T y los asesinos naturales.

Este nuevo prototipo de vacuna contra el cáncer ha sido publicado en Nature, un referente científico mundial 

Una de sus características más destacadas es que inhabilita uno de los mecanismos de invisibilidad del sistema inmunitario más utilizados por los tumores, incluidos los de páncreas y el glioblastoma cerebral. “El mensaje principal es que es posible desarrollar vacunas que funcionen en muchos pacientes y en diferentes tipos de tumores”, resume Wucherpfennig. El equipo planea comenzar los ensayos clínicos con pacientes el próximo año.

El desarrollo de fármacos eficaces contra el cáncer es una tarea ardua. Solo tres de cada 100 nuevos fármacos de este tipo consiguen superar todos los ensayos clínicos y llegar al mercado. La tasa de éxito es aún menor en la lucha contra tumores más complicados. Sin embargo, junto con otros enfoques, esta vacuna pretende actuar como una nueva arma en la lucha contra el cáncer, junto con los tratamientos ya aprobados.

“Este estudio forma parte de un nuevo enfoque de la inmunoterapia”, explica Ignacio Melero, inmunólogo del Centro de Investigación en Medicina Aplicada de la Universidad de Navarra. “La idea es inmunizar para que se formen autoanticuerpos contra los mecanismos que utiliza el tumor para evadir la respuesta del sistema inmunitario, de modo que en los pacientes vacunados se potencie la eficacia de los tratamientos de inmunoterapia. Un abordaje similar con otro tipo de vacuna ha logrado resultados prometedores contra el melanoma”, destaca Melero.

Se trata de los primeros ensayos clínicos en pacientes con una vacuna experimental basada en una pequeña proteína llamada IO103 que estimula la capacidad de reacción de los linfocitos T y que se administra junto con inhibidores de puntos de control, un tipo de inmunoterapia contra el cáncer ya aprobada. “Tenemos que esperar para ver los hallazgos de los ensayos clínicos, pero los resultados hasta ahora sugieren que están a la altura del desafío”, agrega Melero.

Pedro Romero, codirector del Instituto Ludwig para la Investigación del Cáncer, en Suiza, resume la dificultad de desarrollar vacunas no personalizadas. “El cáncer no es una entidad patológica uniforme; puede haber más de 700 cánceres diferentes que se definen por perfiles moleculares distintivos. Todos los tratamientos anticancerígenos efectivos solo tienen éxito contra un número limitado de estos subtipos de cáncer. No se puede esperar nada diferente de las futuras vacunas contra el cáncer. Es posible que algunas inmunizaciones como la descubierta por el grupo de Dana-Farber puedan funcionar contra un grupo importante de tumores, lo que sería un logro importante. El biomarcador en este caso sería el nivel de las moléculas MICA y MICB en sangre”, detalla.

Romero es optimista sobre el potencial de estas vacunas terapéuticas. “Es concebible utilizar una combinación de los dos tipos de vacunas, semiuniversal y personalizada. Habría sinergias potencialmente beneficiosas para el tratamiento de los pacientes. La inmunoterapia contra el cáncer está en su infancia, llegando a la adolescencia. Las expectativas son altas”, concluye.

Traducido por Xanthe Holloway

Fuente: https://english.elpais.com/science-tech/2022-06-04/the-dream-of-a-universal-cancer-vaccine-were-getting-closer.html