Dijo una vez el Dalai Lama: “La felicidad no es algo prefabricado. Eso viene por tus propias acciones.» 

A lo largo de la vida, experimentamos altibajos con felicidad.

Si bien hay tantas cosas que no podemos controlar, desde perder a un ser querido hasta superar una cierta condición de salud o incluso un cambio inesperado en la vida, como una mudanza al otro lado del país, todavía hay muchas cosas que podemos hacer para seguir viviendo cada día al máximo. más pleno.

Hay que hacer un esfuerzo consciente para concentrarse en lo que “está sucediendo en el presente”, en lugar de los eventos pasados ​​o las ansiedades sobre el futuro, esto nos mantendrá enfocados en aprovechar al máximo el día, incluso la hora, en la que nos encontremos.

Estar presentes también significa evitar detenerse en “lo que no está sucediendo”.  Aquellos que se sienten infelices se enfocaron tanto en “lo que no estaba pasando” …como en “lo que estaba pasando”, y como dicen, “la comparación es enemiga de la alegría”.

Cuanto más practiques formas saludables de navegar situaciones difíciles, más feliz serás. Cuanto más preparados estemos para manejar emociones y eventos difíciles, más feliz seremos cuando logremos superarlos.

Las relaciones nutritivas en la vida traen alegría y nos dejan sintiéndonos más realizados. Para muchos, estas relaciones son compañeros de vida estables, amigos, familiares, etc. que brindan apoyo.

Rodéate de personas que sean felices, ya que los estudios han demostrado que “ la felicidad es contagiosa.”