Si quieres, no siempre puedes: los límites del pensamiento positivo

  • Crecimiento personal. Las soluciones rápidas, efectivas y universales de la autoayuda pueden servir en momentos puntuales.
  • Las condiciones sociales, culturales o económicas determinan casi con más fuerza hasta dónde puede llegar un individuo que su voluntad.

LEYRE FLAMARIQUE

MADRID

23/03/2023 06:00

“Conecta con tu mejor yo y mejora tu autoestima”, “Manual para ser feliz y triunfar”, “La vida pagará cualquier precio que tú pidas”, “Agradece a todas aquellas personas que te dijeron que no, gracias a ellas lograste hacerlo todo tú mismo”…

El panorama coacher o los libros de autoayuda han llenado el autocuidado de mensajes motivacionales para enfrentar cualquier reto y numerosos cursos y conferencias prometen soluciones rápidas y efectivas para todo el mundo. ¿Pero qué pueden ofrecer realmente los discursos relativos al crecimiento personal para ayudar a las personas?

Utilidad limitada.Este tipo de herramientas pueden ser un empujón cuando hay que dar pasos que dan miedo, según la psicóloga Anna Caprioli

“Hay personas que en algunos momentos de la vida atraviesan dificultades y, cuando disponen de las herramientas necesarias, ese empujoncito les puede ayudar a dar el paso. Por ejemplo, podría ser útil para cambiar de trabajo, situación que puede dar cierto miedo”, afirma Anna Valentina Caprioli, psicóloga clínica en Buencoco.

El filósofo existencialista Jean-Paul Sartre concibió un pensamiento traducido como “el hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”, en torno a la “condena” que supone la libertad para las personas. Hay una capacidad de maniobra y responsabilidad individuales dentro de una horquilla más o menos amplia de posibilidades para alcanzar la, en ocasiones, referida como “versión óptima de uno mismo”. Pero esa horquilla no resulta idéntica para todo el mundo.

Un problema que puede emerger de los mensajes motivacionales es que generalmente usan la misma vara de medir para todas las personas obviando las diferencias personales, especialmente en cuanto a recursos de todo tipo. Estos van desde económicos o sociales, hasta herramientas que haya ido desarrollando el individuo para adaptarse al mundo.

Las condiciones sociales, culturales o económicas determinan casi con más fuerza hasta dónde puede llegar un individuo que su voluntad. En este sentido, las personas con rentas más bajas presentan una peor salud, mental y física, que aquellas con rentas más altas. También, las mujeres ocupan menos puestos de responsabilidad o las personas migrantes lo tienen mucho más difícil para alquilar una vivienda. Si quieren, no siempre pueden.

La palabra coach se traduce del inglés como “entrenador”, persona encargada de exprimir al deportista para que gane las competiciones. El coaching se ha trasladado con este objetivo al mundo empresarial, donde resulta especialmente útil ya que mejora el desempeño de la plantilla y los números de las compañías. Aplicado al crecimiento personal, lleva a que muchas veces se entremezclen la felicidad y la autoestima con el rendimiento.

Eficacia cuestionada.“Los mensajes motivacionales generalmente usan la misma vara de medir para todas las personas sin atender a sus diferencias”

La evidencia sí afirma que sentirse eficaz al, por ejemplo, conseguir logros, que pueden ir desde levantarse de la cama hasta escalar un ochomil, se relaciona con una mejor autoestima. Fijarse metas realistas resulta clave para avanzar en esta dirección. Pero no solo el éxito interviene. Otros factores, como contar con relaciones sanas y sentirse apreciado, están ligados a una valoración más positiva de la propia persona.

El tema del rendimiento, ligado a que el foco a la hora de lograr el cambio se pone prácticamente en exclusiva en el individuo, puede acabar resultando un duro golpe para quien no consiga mejorar según los estándares fijados.

A la consulta de Caprioli acuden muchas personas con el peso de la autoexigencia. “Culturalmente nos llega un mensaje de un modelo que hay que alcanzar. Cuando nos sentimos fuera de ese modelo, esto nos puede causar esa sensación de sentirnos inadecuados”, explica la psicóloga. Para ella es importante tanto que la gente reconozca sus fortalezas, como que acepte sus “defectos, si los queremos llamar así, que es lo que nos hace humanos”. Así, tanto destinarse a uno mismo mensajes que ensalcen las propias fortalezas como que muestren respeto y compasión mejoran la autopercepción según la literatura científica.

Ejemplos de éxito patológico se pueden encontrar en la vigorexia o la ortorexia. La búsqueda de la perfección en el físico o en la alimentación lleva en ocasiones a patrones extremos para nada saludables desde un planteamiento global del individuo. Una persona puede ser óptima en cuando a la dieta que sigue, pero cumplir con la imposición iría en detrimento de otros marcadores de salud, pues es probable que fomente un control y preocupación extremas o que se reduzcan los encuentros sociales por no incumplir el régimen alimentario.

“La tristeza facilita recibir ayuda, el miedo protege de los peligros y la rabia ayuda a expresar necesidades”

De esta manera, una buena autoestima y una versión óptima de uno mismo emerge muchas veces como incompatible con la presencia de debilidades o defectos. Tampoco parecen caber las emociones consideradas negativas como el miedo o la tristeza. Sin embargo, este tipo de estados afectivos ejercen un papel clave para las personas y son útiles, aunque no lo parezca, para el bienestar. Así, la tristeza provoca que las personas se acerquen a ofrecer ayuda, el miedo protege de los peligros o la rabia ayuda a expresar necesidades, según explica la psicóloga.

La clave para hablar en términos de salud reside en evitar los extremos. Ni resultará beneficioso estar alegre a toda costa ni no estarlo nunca, ni tampoco la búsqueda de lo mejor o perfecto traerá consecuencias positivas para el sujeto a la par que la desidia no ayuda. Según explica Caprioli, cuando se alcanza un objetivo, ya está listo el siguiente, pudiendo convertirse en un ciclo interminable y nunca satisfactorio.

El baremo dependerá de la propia persona. Las “12 claves de la felicidad” no son para nada universales. Para alguien la felicidad puede venir, en parte, de conseguir tiempo diario para pasarlo con sus amigos y para otra persona lograr ese tiempo para sí misma.

“En todas las decisiones que tomamos en la vida, en todas las cosas que nos pasan, ganamos algo y perdemos algo. Siempre nos tenemos que preguntar el precio que se paga. Si lo mantienes en un área que te da bienestar, perfecto”, dice la psicóloga.

 

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia-salud-mental/20230323/8843945/quieres-siempre-puedes.html