Hagamos cosas simples de manera extraordinaria

La esencia de la vida no radica en realizar hazañas extraordinarias, sino en ejecutar de manera excepcional las cosas simples y cotidianas.

El significado completo de nuestra existencia se revela al dirigir nuestra atención hacia el servicio a los demás. Nuestra brújula debe orientarse hacia actividades que armonicen con nuestra esencia y nos brinden satisfacción interior. Cada vez que extendemos nuestra mano para ayudar, experimentamos una sensación de plenitud incomparable.

Un gesto amable, una palabra elogiosa, un beso cariñoso o un abrazo sincero tienen el poder instantáneo de disolver dolores que han persistido por semanas, meses o años. Evidencia contundente del impacto arraigado del amor, el reconocimiento y el afecto.

Elige cultivar virtudes en tus interacciones con todas las personas que crucen tu camino.

  • Sonríe,
  • Comparte palabras amables
  • Presta oído atento
  • Cultiva la tolerancia
  • La paciencia y la humildad
  • Practica la capacidad de pedir perdón y de perdonar
  • Expresa gratitud
  • Busca la luz en cada individuo.

Si anhelamos un mundo de mejores horizontes, es nuestro deber tomar la iniciativa. El acto de tender la mano a quienes más lo necesitan es el mayor acto de grandeza que un ser humano puede llevar a cabo. Aunque alcanzarlo puede ser desafiante, el esfuerzo de cultivar virtudes en nuestras interacciones requiere constancia. Es difícil, el resultado de construir conexiones positivas con actitudes benevolentes, pero vale la pena el empeño.