Un tema tabú: “nombrar lo innombrable”

El amor duele cuando se disfraza

Varios lectores me pidieron abordar este tema tan sensible. Me hablaron de padres y madres que dañan, que controlan, que abandonan sin irse. Busqué información. Leí. Escuché. Y aquí les entrego unas reflexiones basadas en quienes saben, en los que han nombrado lo innombrable. Porque sí, es cierto: hablar de padres tóxicos es romper un pacto de silencio. Pero a veces, el silencio también mata.

Susan Forward rompió el silencio

Hay quienes se atreven a mirar donde otros desvían la mirada. Susan Forward fue una de ellas. Terapeuta, autora, conferenciante. Dijo en voz alta lo que muchos callaban en familia: que mamá y papá también pueden herir. Sus libros —Cuando el amor es odio, Chantaje emocional, No se obsesione con el amor— dibujaron mapas del dolor infantil oculto. Y dejaron un legado para quienes nunca supieron por qué sufrían tanto.

Máscaras de padres

Los padres tóxicos no llevan etiqueta. A veces se presentan como víctimas: lloran, culpan, manipulan con ternura. Otras son ausencias con forma humana: no miran, no escuchan, no están. Están los que cambian de rostro con el humor del día: hoy te abrazo, mañana te ignoro. Y están los que se sacrifican, lo dan todo, y luego te cobran cada gesto, cada elección, cada error.

Amargura hereditaria

Algunos padres cargan su fracaso como un equipaje que entregan a sus hijos. Proyectan su dolor, su frustración, su amargura. Y convierten a sus hijos en espejos rotos: todo lo que ven en ellos es lo que no pudieron ser. Son padres y madres aparentemente irreprochables, que afuera sonríen y adentro gritan. Y sus hijos, confundidos, aprenden que el amor es guerra silenciosa.

La herencia invisible

¿Y qué dejan como herencia? Hijos que se sienten menos. Con miedo a fallar. Con hambre de aprobación. Relaciones dependientes, autoexigencias brutales, vacíos que no se llenan ni con todos los abrazos del mundo. Repiten patrones sin entender por qué. Y cuando algo duele, no saben si es tristeza, enojo o costumbre. Porque no aprendieron lo que era el amor. Aprendieron lo que era necesitarlo.

Silencio con eco

Y como si no bastara con eso, la sociedad no quiere mirar. «No puede ser tan grave», dicen. «No fue para tanto», repiten. Y esos hijos, ahora adultos, se sienten locos por dudar, culpables por hablar, traidores por recordar. Incluso algunos profesionales les piden perdón sin entender la herida. Les dicen: “sana”, “perdona” y los dejan otra vez solos, en un cuarto lleno de ecos.

Epílogo: El tabú desbordado

Los hijos heridos caminan entre nosotros. A veces ríen más fuerte que los demás. A veces aman con miedo. A veces huyen sin saber de qué. Y todo empezó en casa. En ese lugar donde debían cuidarlos. Pero nadie quiere hablar de eso, porque los padres son sagrados. Porque cuestionarlos es pecado. Y porque todavía, en muchos hogares, el amor se parece demasiado al miedo.

Una realidad es espantosa:

  • Casos de violencia contra menores:

En 2021, el Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI) recogió 21.521 notificaciones, un incremento del 37 % respecto al año anterior madrina.org+15efe.com+15cadenaser.com+15. Para 2022 no hay datos específicos, pero UNICEF España certifica que entre el 83% y el 91% de los menores han sufrido algún tipo de violencia durante su infancia, y menos del 10 % de los casos son denunciados ciudadesamigas.org.

  • Abusos sexuales denunciados:

En 2022 se registraron 51.203 casos, frente a 49.171 en 2020 elpais.com+5elpais.com+5cadenaser.com+5ciudadesamigas.org.

  • Violencia homicida: muertes de niños por violencia familiar

2022–2024: Filicidios totales

En 2024 se produjeron al menos 35 infanticidios en España, aunque el gobierno solo reconoció 9 de esos casos; es decir, 26 casos no clasificados oficialmente como violencia vicaria elpais.com+15theobjective.com+15savethechildren.es+15.

  • Violencia vicaria específica (asesinato de hijos para dañar a la madre):

En 2024 fueron asesinados 9 menores en este contexto theobjective.com+5efeminista.com+5newtral.es+5. Desde 2013 hasta 2024, han muerto 62 menores víctimas de violencia vicaria es.wikipedia.org+3efeminista.com+3newtral.es+3.

  • Casos en 2023 y 2022:

No hay una cifra oficial clara por año para filicidios, pero dado que en 2024 fueron 35 (con subregistro), y en 2023 se registraron múltiples casos (como los 12 filicidios detectados solo hasta abril huffingtonpost.es+15elconfidencial.com+15elpais.com+15), es razonable estimar que en 2022 y 2023 ocurrieron entre 20 y 30 casos mortales por año, muchos de los cuales no se clasifican como violencia vicaria oficialmente.