Mi amigo el Tato: “crónica de un cómplice del tiempo»
Cuernavaca: En Pilar, entre las luces parpadeantes de la pista de boliche «Cuernavaca», nació una amistad con olor a madera
Sigue leyendoCuernavaca: En Pilar, entre las luces parpadeantes de la pista de boliche «Cuernavaca», nació una amistad con olor a madera
Sigue leyendoEl polvo de nuestros nombres Los nombres que hoy cantamos al viento serán sílabas perdidas en el desierto. Las lápidas
Sigue leyendo¡El enojo, la ira, la rabieta empezó! Siempre pensé que la bioquímica tiene mucho de poesía. Un grito estalla. En
Sigue leyendoFlorencia Elías no escribe desde un pedestal, sino desde las grietas de su propia historia. Bipolar yo, Yo Bipolar – Editorial Dunken–
Sigue leyendoEn algún rincón de la vida cotidiana, alguien toma un papel. Es un gesto pequeño, casi insignificante. Pero en ese
Sigue leyendoHoy, escribo estas líneas no para vanagloriarme, sino porque ustedes, lectores fieles que me siguen a diario, se preguntan quién
Sigue leyendoDesde que abrimos los ojos hasta que el sueño nos rinde, la mentira se cuela en nuestras palabras. Es astuta,
Sigue leyendoHoy sábado quiero escribir sobre la decepción. Ese latido hueco que nos invade cuando la realidad se desnuda y no
Sigue leyendoBajo el arco del tiempo, donde los pasos de la humanidad se confunden con el rumor de las hojas secas,
Sigue leyendoHace dos mil años, un hombre caminó por los caminos polvorientos de Judea. Era uno más entre miles, judío entre
Sigue leyendo