No confíes en la suerte, no siempre está presente

En la travesía de la vida, nos encontramos con encrucijadas donde las decisiones parecen estar envueltas en un velo de incertidumbre. En esos momentos, es tentador confiar en la suerte, dejando que el destino tome las riendas de nuestro camino. Sin embargo, es crucial recordar que la suerte es volátil y caprichosa, un compañero inconstante que puede abandonarnos en cualquier momento.

Es preferible errar con una estrategia, aunque esta nos conduzca por senderos difíciles y llenos de obstáculos. Porque en el error, encontramos lecciones valiosas, experiencias que nos forjan y nos enseñan a crecer. La estrategia, por su parte, es como un faro en la noche oscura, guiándonos con sabiduría y perspectiva.

Atravesar la vida confiando únicamente en la suerte es como construir sobre arenas movedizas, donde cada paso es incierto y cada logro está sujeto al azar. En cambio, una estrategia sólida es como cimentar nuestras metas sobre roca firme, ofreciendo un camino seguro hacia nuestros sueños.

No permitas que la ilusión de la suerte te engañe, porque el verdadero éxito viene de la mano de la planificación, la perseverancia y el trabajo arduo. Es preferible errar con una estrategia que acertar de suerte, porque en el primer caso, cada paso es un aprendizaje, mientras que, en el segundo, la ilusión puede desvanecerse en un instante, dejándonos perdidos y desorientados en la vorágine de la vida.