El eco del olvido (poema)
En el flujo del tiempo, ¿qué perdura? ¿Qué resonancia persiste cuando el viaje se apura?
¿Por qué tras el adiós, hay tanto olvido, incluso de aquellos que nos amaron con brío?
Las risas perduran, los abrazos reverdecen, en el río del recuerdo, los momentos florecen.
Los lazos que forjamos en vida no se desvanecen, en el vasto horizonte, los lazos aún estremecen.
¿Qué nos queda cuando la luz parece ceder, cuando el cuerpo deja su morada terrenal?
Queda el eco vibrante de un amor que fue eterno, y la memoria, aunque lenta, sigue su vuelo.
Con el paso del tiempo, somos destellos en la mente, una luz que sigue brillando, aunque fugazmente.
Nos convertimos en inspiración, en sueños que reverdecen, en el vasto universo del recuerdo, permanecemos.
Así fluye la ley del destino, en la danza efímera de la vida, somos uno.
Porque tras el adiós, el amor persiste, latiendo en el corazón del ser querido, aún cuando duerme en la brisa.