¿Y ahora qué hago?

El instante del vértigo

La vida no pide permiso. No pregunta si estás listo. Se abre, sin ceremonia, como una herida o una revelación. Y ahí estás tú, de pie ante un cruce invisible, sabiendo que lo que decidas no solo alterará el día… sino quién serás después. Decidir no es elegir entre opciones. Es pactar con el vértigo. Es mirar al abismo y dejar que el abismo te pregunte:

¿Y si te equivocas? ¿Y si no lo intentas?

La brújula del tiempo: 10-10-10

A veces, las claves no llegan con siglos de sabiduría, sino con la claridad de una mujer en medio del caos. Suzy Welch, periodista, pensadora, editora de Harvard Business Review, parió esta brújula en un momento de reinvención personal. No para enseñarte a tener razón, sino a escuchar al tiempo.

Su técnica —que no es fórmula, sino faro— propone tres preguntas:

  • ¿Cómo me sentiré con esta decisión en 10 minutos?
  • ¿Cómo me afectará en 10 meses?
  • ¿Qué resonará de ella en 10 años?

Así, la urgencia se diluye, y el ahora deja de gritar. Uno se sienta ante su decisión no como juez, sino como alquimista. Se trata de imaginar el eco antes de lanzar la piedra.

Las tres voces del tiempo

El tiempo tiene múltiples lenguajes, y aprender a escucharlos es ya una forma de sabiduría:

  • El corto plazo grita. Quiere saciar, resolver, apagar incendios.
  • El mediano plazo murmura. Observa, reordena, hace balance.
  • El largo plazo susurra. Pregunta si esto te acerca o te aleja de lo que de verdad importa.

Escuchar esas voces no garantiza paz, pero sí coherencia. Y en un mundo que cambia tan rápido, ser coherente es una forma de resistencia.

Aplicarlo es habitarnos

No es un manual. Es una lámpara. Sirve para elegir un trabajo sin traicionarte. Para decir sí a un amor que da miedo, o no a una oportunidad que huele a trampa. Sirve cuando el camino no está claro, pero tú sí quieres estar presente en cada paso.

No busca la perfección. Busca la integridad. Que la decisión no solo tenga lógica, sino que resuene con tu verdad más profunda.

Epílogo: El arte de decidir

Decidir es rebelarse contra la inercia. Es decir: “No seré arrastrado por la corriente. Me mojaré, sí. Pero nadaré hacia donde quiero.”

El 10-10-10 no es magia. Es apenas una conversación íntima con el tiempo. Y cuando el tiempo contesta, rara vez dice lo que esperabas. Pero casi siempre… te dice lo que necesitabas oír.