Cómo ser feliz (según el hombre más feliz del mundo)

«Si puedes aprender a montar en bicicleta, puedes aprender a ser feliz», dice Matthieu Ricard, el monje budista de 67 años que se considera el Hombre más feliz en el mundo.

Cuando era niño, el poeta Andre Breton, el cineasta Luis Buñuel y el compositor Igor Stravinsky eran invitados habituales en la casa parisina de los padres filósofos de Ricard. Sin embargo, al observar que el talento de los amigos de sus padres no parecía hacerlos más felices, se machó al Himalaya (abandonando así su trabajo como biólogo molecular en el Instituto Pasteur) y transformó su vida a través de la meditación.

En el último recuento, había contado más de 10,000 horas. Las altamente complejas exploraciones de MRI realizadas por científicos cognitivos en el Laboratorio de Neurociencia Afectiva en Wisconsin han demostrado niveles extraordinariamente altos de actividad optimista (-0.45 en un rango donde -0.3 se describe como «beatífico») y niveles casi invisibles de emociones negativas. «No veo todo de color de rosa», dice, «pero los altibajos de la vida no me desestabilizan de la manera habitual».

Estas son sus lecciones de vida.

  • Cualquiera puede ser la persona más feliz del mundo si busca la felicidad en el lugar correcto. El problema es que tendemos a no hacerlo.
  • La felicidad no es la búsqueda de una sucesión interminable de experiencias. Esa es una receta para el cansancio más que la felicidad. La felicidad es una forma de ser. El desafío es dejar que esa forma de ser supere a todos los demás estados emocionales.
  • A diferencia del placer, que se agota a medida que lo experimentas, la felicidad es una habilidad que se cultiva. Todos tenemos el potencial para hacerlo. Tienes que examinar qué contribuye a que tu vida florezca. En el budismo decimos que la causa raíz de la infelicidad es la ignorancia.
  • Ser feliz significa plantear tus bases. No se trata de buscar repentinos fuegos artificiales o experiencias eufóricas. El primer paso es darse cuenta de que deseas mejorar, que el mundo no es un catálogo de pedidos por correo para satisfacer nuestras fantasías y deseos, y que tenemos un control relativamente limitado sobre esas condiciones transitorias e ilusorias.
  • Para ser verdaderamente felices, tenemos que deshacernos de las toxinas mentales como el odio, la obsesión, la arrogancia, la envidia, la codicia y el orgullo. El punto clave del entrenamiento mental o la meditación es deshacerse de ellos y cultivar cualidades positivas como el altruismo.
  • Podrías argumentar que un poco de mal genio o de negatividad pueden definir el carácter de una persona, por lo que no es algo necesariamente malo. Podría ser cierto, todos tenemos una combinación diferente de luces y sombras, pero ¿deberíamos ceder a esa idea y pensar que es algo Positivo? Nadie dice: «es algo natural enfermar y morir así que ¿por qué voy a ir al médico?» ¿Verdad?
  • La forma en que la mente interpreta el mundo es un elemento crucial para determinar la calidad de cada instante que sucede, pero prestamos muy poca atención a nuestra condición interna. Debemos aprender a reconocer que hay estados mentales o emocionales que conducen al crecimiento,y otros que son destructivos. Yo lo llamo entrenamiento antídoto.
  • Por lo general, cuando tenemos un destello de ira, se produce una especie de período refractario en el que ni siquiera podemos comenzar a reconocer los aspectos positivos de la persona con la que estamos enfadados. En ese momento, esa persona es para nosotros 100% despreciable y todo nuestro paisaje mental está lleno de eso. Un tipo de antídoto directo es tratarlo como calor y frío. Esto significa que cuanto más pensamientos benevolentes o altruistas lleves en ese instante a la mente, menos espacio habrá para lo opuesto. Esto es lo que llamo entrenamiento antídoto.
  • Al estar al tanto de que la ira que no puede sostenerse por sí misma, deja de alimentarse y lentamente desaparece. Si te vuelves experto en eso, con la conciencia puedes simplemente dejar que esas emociones dolorosas se disuelvan, y por tanto no mantenerlas en tu interior como si fueran bombas que acabarán estallando con el paso del tiempo, y por tanto desactivarlas. Se trata de darte cuenta de que enfadarte es algo así como enfermar.
  • Por supuesto que me enfado. Pero generalmente me empiezo a reír rápidamente de ese enfado, porque suele ser algo muy tonto y de poca importancia.
  • A todo el mundo le ayudaría meditar durante una media hora al día. La meditación es un término muy vago y hay mucho cliché, como vaciar tu mente, relajarte y todo eso. Pero es realmente un medio para cultivarse o estar familiarizado con una mejor comprensión de la forma en que funciona la mente. Diversos estudios han demostrado que la meditación, combinada con la terapia cognitiva, puede ayudar a las personas que sufren de depresión severa y reducir el riesgo de recaída hasta en un 40 por ciento.
  • Para ser completamente libre no puedes tener al mismo tiempo una preocupación responsable por las personas que dependen de ti. ¿Cómo puedo ser feliz cuando llevo practicando el celibato durante 30 años? Si tengo una familia causaré mucho sufrimiento, así que para mí no es algo factible. No significa que no tengas amistades y relaciones maravillosas con mucha gente. Puede que no disfrutes de muchas cosas, pero sí lo harás de otras muchas.
  • Mi vida no se trata solo de sentarme en el balcón y ver el Himalaya. Puedes decir que es fácil para mí, que vivo en una montaña y que no me atacan por la calle de camino a casa todas las noches. Pero no es fácil. He tomado 70 vuelos del 15 de julio al 6 de noviembre. No he tenido un día libre.

https://www.esquire.com/es/actualidad/a15164490/matthieu-ricard-como-ser-feliz/

Gentileza, Rosalia Cárdenas